EL PACTO DE LA CREACIÓN

EL PACTO DE LA CREACIÓN

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

Cuando hablamos de ¨pacto¨ en su manera más sencilla significa una relación escogida entre 2 partes que deciden hacerse promesas que los vinculan o comprometen. Si leemos bien la definición anterior un pacto es algo totalmente diferente de un contrato ya que está basado en una relación. Los contratos también tienen compromisos y obligaciones, pero no son hechos en un contexto de relación.

Proverbios 2:17 nos menciona que el matrimonio es un pacto y Malaquías 2:14 también. En un matrimonio los esposos entran al compromiso haciéndose promesas que ¨amarran¨ en el mejor sentido de la palabra y profesan lealtad y fidelidad para siempre. Un matrimonio sirve como ejemplo perfecto de un pacto, no solo por los compromisos que se dan, sino porque la relación es elegida. Todo pacto es algo mutuo y que sea una decisión de 2 o más partes no involucra que las partes tengan que ser iguales. Dios ha hecho pactos con los seres humanos siendo Él el creador de todas las cosas y nosotros simples mortales. Si vamos a estudiar los pactos de la Biblia tenemos que tener en cuenta que no todos son iguales.

Es interesante lo que dice el Dr. Tomas Schreiner acerca del pacto de la Creación, él menciona que cuando leemos el libro de Génesis en sus primeros capítulos la palabra ¨pacto¨ no se menciona. Un gran teólogo llamado John Murray defiende que el acto de la creación sería mejor llamarlo ¨la administración Adámica¨ ya que según su investigación todo pacto contiene el elemento de redención y en el caso de la creación, Adán y Eva no habían pecado aún. Hay muchos elementos que construyen un pacto que están presentes en la obra de la creación, pero si fuera por un tema de terminología pudiésemos no llamarlo así; Schreiner sigue discutiendo: ¨Lo primero que debemos de decir es que la palabra pacto no debe de estar presente para que algo sea un pacto. Un ejemplo de esto es el pacto que hace Dios con David en 2 Samuel 7 y la palabra ¨pacto¨ no se encuentra ahí. El segundo punto importante es que cuando leemos Oseas 6:7 leemos que el profeta da por un hecho que Dios hizo un pacto con Adán en la creación. La tercera razón son los elementos implícitos: podemos identificar 2 partes que son Dios y los seres humanos. Dios dió estipulaciones acerca de no comer del fruto, luego encontramos las bendiciones y las maldiciones que luego veremos están en todos los pactos Bíblicos. El pacto era condicional, si ellos obedecían disfrutarían la vida con Dios, pero si desobedecían morirían.

No hay nada más terrible que ser
separados de la comunión con Dios.

Génesis 1:26 nos dice que Adán y Eva fueron creados a imagen de Dios, lo primero que eso significa es que como Dios es un Rey dedicado a cuidar toda una región si lo pudiéramos decir así, estar creado a su imagen y semejanza es ser autoridad sobre una región; por eso leemos que fueron creados a su imagen y semejanza para que tuvieran dominio sobre los peces del mar y sobre las aves. La primera razón que se nos da de su creación es de dominio y gobierno. En Génesis 1:28 se nos dice que Dios les dijo que fueran fructíferos y en Génesis 2:15 que ellos tenían que cultivar. Todo lo anterior nos da la noción de reinar y reinar según aquel que les otorgó el privilegio. La imagen de Dios se deteriora cuando los seres humanos pecan y sabemos que ellos fueron creados para representar la imagen de su creador, por eso la necesidad del Hijo de Dios de conformarnos a su imagen como dice Romanos 8:29.

Lo que sucedió en el jardín y sigue sucediendo en nuestras vidas es que los seres humanos creemos que fuimos creados para reinar de manera autónoma. Ellos y nosotros estamos bajo la autoridad de Dios y Él les ordenó no comer de cierto árbol. Aquí observamos la condición del pacto, es claro que Adán y Eva fueron llamados a una obediencia perfecta. La obediencia parcial no era suficiente, una sola transgresión llevaría a la muerte. El requerimiento del pacto estaba claro, igualmente la consecuencia de no cumplirlo. Es importante leer en el texto que no solo las maldiciones fueron establecidas sino también las bendiciones. Si Adán y Eva hubiesen aprobado el examen, Dios los hubiese arropado con justicia para siempre.

Si vamos a estudiar los pactos
de la Biblia tenemos que tener
en cuenta que no todos son iguales.

El incumplimiento del pacto trajo consecuencias y ellos la experimentaron: muerte. La muerte que ellos experimentaron fue tanto espiritual como relacional y física. No hay nada más terrible que ser separados de la comunión con Dios. Cuando nosotros leemos las Escrituras en su totalidad nos damos cuenta que las consecuencias del pecado no fueron solo para Adán y Eva, sino que se transmitieron a toda la raza humana. Esto lo observamos en Romanos 5:12-19 y 1 Corintios 15:21-22 para mencionar algunos textos. Después de la caída las consecuencias del pecado no tardan en llegar, la vergüenza ataca, la culpa es apuntada entre la pareja y el homicidio encuentra su hogar en el corazón del hombre. Génesis 5 destaca el rol de la muerte en muchas generaciones y cuando llegamos a Noé nos damos cuenta de que el pecado ha triunfado sobre la raza humana y Dios tiene que hacer otro pacto.

En la próxima entrega de esta serie basada en los pactos de la Biblia vamos a ahondar en el pacto de Dios con Adán, pero es necesario que terminemos este ensayo con la promesa que Dios les da a los seres humanos en Genesis 3:15. Dios va por encima del pacto y derrocha misericordia sobre nosotros. El talón del retoño de la mujer aplastaría a la serpiente que había tentado a los seres humanos a desconfiar de Dios. Esta promesa se cumple en Jesucristo (Romanos 16:20). La desobediencia de Adán y Eva no fue el final de la historia, Dios no destruyó a la humanidad, Él les prometió victoria final sobre la serpiente por medio del descendiente de la mujer.

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