FORMACIÓN ESPIRITUAL EN EL HOGAR

(Tiempo estimado: 3 - 5 minutos)

El título de este artículo puede que asuste a algunos porque todavía no se han dado cuenta de su gran responsabilidad como padres y puede que entristezca a otros, que meditando comprendan que en su casa no existe formación espiritual. 

Este artículo está enfocado a los padres que conocen a Cristo, esas personas que han nacido de nuevo y han experimentado el poder transformador de Dios. Por eso, mi único objetivo es plantearles varios argumentos para que se den cuenta de que deben volverse muy intencionales en el cumplimiento del rol diseñado por Dios para ellos y que sus vidas nunca serán tan enriquecidas como cuando tienen intimidad con Dios y ayudan a formar hábitos en sus hijos a fin de que también ellos la tengan. 

Es importante, antes de seguir adelante, que nos detengamos y meditemos sinceramente si, como padres, creemos que Dios es lo más valioso que nuestros hijos pueden tener. La respuesta a esta pregunta marcará la diferencia entre si vamos a tener un hogar de formación espiritual o no. Es necesario estar conscientes de que los partidos de futbol, la natación, las clases de música o de baile buscarán el protagonismo que debe tener Cristo como siempre en la vida familiar. Es un hecho que, como padres, llegaremos a cruces de camino donde tendremos que escoger cuál es la prioridad para nuestros hijos, pero esas elecciones no serán solo para ellos, ya que nosotros también seremos retados a dejar el descanso, postergar actividades y sacrificarnos para que Cristo sea formado en ellos. 

“Por alguna extraña razón, hemos creído que nuestra
carrera profesional, nuestro trabajo y los deportes
necesitan de orden e intencionalidad, sin embargo,
el crecimiento como familia en Cristo, no.”

En un estudio reciente que desarrolló el Centro de Estudios de Religión y la Sociedad de la Universidad de Notre Dame, entre los resultados obtenidos se comprobó que 54% de los adultos que iban a la iglesia estaban alejándose de la fe. De este dato, podríamos sacar muchas conclusiones, pero los expertos se han preocupado no por lo malo que ha hecho la iglesia en la formación básica de esos adultos cuando niños, sino que, como yo, creen que el problema radica en el hogar. No importa cuán creativos seamos en la enseñanza de la Palabra de Dios en la iglesia, los niños tienen más opciones para creer realmente mediante su experiencia en su casa. 

Tal vez sea de ayuda para los padres y para todo evangelista recordar que el método que Jesús decidió utilizar para llegar a nuestras vidas fue la encarnación. La fe se transmite en presencia, dando el ejemplo y viviéndola en el día a día. Sí, lo que estoy defendiendo son dos cosas: la responsabilidad de formación espiritual de nuestros niños no recae principalmente en la iglesia y nuestro modelaje es crítico. 

Es necesario ser prácticos en este tema y dejar claro que la transformación de un niño o un adolescente no ocurren solamente con amarlos incondicionalmente y que vean en nosotros el carácter de Jesús. Eso es clave, pero ellos necesitan la Palabra de Dios que cambia nuestra manera de vivir, nuestros hijos anhelan sin saberlo ratos en familia, donde se cante una canción de adoración o donde se ore juntos. Por alguna extraña razón, hemos creído que nuestra carrera profesional, nuestro trabajo y los deportes necesitan de orden e intencionalidad, sin embargo,  el crecimiento como familia en Cristo, no. Les puedo asegurar que la mayoría de las personas que están leyendo este artículo tienen una agenda para sus compromisos de trabajo y sociales. pero no para los ratos de adoración que deberíamos tener en nuestra casa. ¿Hay momentos apartados para buscar a Dios junto con tu familia durante tu semana? 

“La formación espiritual no es algo que sucede una
vez, al contrario, es un proceso de paso a paso. “

Kurt Bruner un consejero de familias ha levantado la bandera diciendo que la mayoría de hogares no cumple su misión porque no la conocen. Por eso, presenta la siguiente definición del propósito de ser un padre: "Dios diseñó el hogar para que sea el lugar primario donde los niños reciban instrucción espiritual, que experimenten de manera tangible realidades espirituales. Aquellos que son bendecidos con el regalo de tener hijos y nietos están llamados a inspirar y nutrir la fe cristiana y un carácter piadoso en las nuevas generaciones. Este es el llamado más grande que uno puede tener." Deuteronomio 6:6-9 

Definitivamente, nuestro trabajo no es lograr que nuestros hijos hagan una oración "aceptando a Cristo en su corazón." Nuestro llamado es darles una cosmovisión, valores y principios que ellos consideren sagrados en sus vidas sabiendo que seguirlos siempre los llevará a un buen lugar. Cuando hablamos de cosmovisión nos referimos a la manera en que alguien ve el mundo e interpreta lo que experimenta, si vamos a enseñarles a nuestros hijos una cosmovisión bíblica esto tomará tiempo. Como cualquier otra cosa, el éxito llegará por medio de disciplina. La formación espiritual no es algo que sucede una vez, al contrario, es un proceso de paso a paso. 

Mi intención no ha sido asustar a nadie, aunque yo sé que esto sucede, porque esa fue mi reacción cuando me di cuenta de mi responsabilidad en la casa. Yo no crecí en una casa cristiana, nadie me enseñó nada de Cristo o me lo modeló cuando era joven, no obstante, yo les puedo asegurar que sin importar nuestro contexto lo podemos lograr. Dios está de nuestro lado y si nosotros ya somos unos verdaderos discípulos de Cristo, lo más duro ha pasado. Los padres debemos asumir nuestra responsabilidad, pero, antes de cualquier cosa, debemos de ser sinceros con nosotros mismos porque no vamos a poder dar algo que no tenemos. El primer paso comienza con nuestra búsqueda de intimidad con Dios y el segundo paso es hacer eso con nuestros hijos.

Pin It

Todos los Derechos Reservados © 2021 STT INTERNACIONAL

by design • Viña Escazú