PRAYING WITH PAUL D.A. CARSON PARTE 2

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)
En la primera entrega de la revisión del libro ¨Orando con Pablo¨ nuestro cometido fue entregar las ideas principales del libro y algunos puntos prácticos que este recoge. Ahora mi objetivo es diferente, quiero rescatar de manera literal lo que Carson escribe acerca de las oraciones del Apóstol Pablo y como ellas nos muestran no solo patrones de intimidad con Dios, sino también teología que nos vincula con nuestro Dios de maneras muy personales. Pareciera ridículo, pero muchos de nosotros no nos hemos dado a la tarea de encontrar nuestro camino a Dios y con camino no me refiero a Jesucristo que es el Camino al Padre, sino de una manera que se nos haga cómoda de acceder a Dios en oración. J.I. Packer nos dice lo siguiente: “Orar no es como la carpintería o cocinar que si seguimos las instrucciones posiblemente no fallemos. La oración es el ejercicio activo de una relación personal, un tipo de amistad con el Dios vivo y su Hijo Jesucristo. La manera en que esta relación se desarrolla es más bajo el control divino que el nuestro. Los libros de oración no deben de ser tratados como algo supersticioso, como si perfeccionar la técnica fuera la respuesta a cualquier dificultad. El propósito de un libro sobre la oración es sugerir maneras de orar, pero igual como sucede en otras relaciones esto se encuentra solo por medio de la prueba y el error.”
 
¡Aprendemos a orar orando!
 
Al analizar las cartas de Pablo podemos observar que él da gracias a Dios en sus oraciones por las muestras de gracia que ve en las congregaciones. 1Tesalonicenses 1:1-3 nos cuenta: “Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones. Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.” No sé si ya te disté cuenta, pero Pablo ora algo diferente a las oraciones que escuchamos comúnmente. Él da gracias primero y su agradecimiento no es por bendiciones materiales o por haber recibido algo por lo que oro un montón. La acción de gracias de Pablo es por los Tesalonicenses y la obra que Dios está haciendo en ellos. ¿Sería de gran ayuda para cada uno de nosotros como creyentes preguntarnos porque damos gracias? Las cosas por las cuales damos gracias son aquello que realmente valoramos. Valoremos junto con Pablo la obra realizada por la fe, el trabajo que hace el amor y constancia que nace de la esperanza.
 
En 2 Tesalonicenses 1:11-12 nos topamos con una petición de oración extrema en su precisión y arraigada en el Evangelio. Primero Pablo ora que Dios “los considere dignos del llamamiento que les ha hecho.” Ojo, aquí no se está orando para que de alguna manera los ciudadanos de Tesalonica se hagan dignos de Dios. El llamado de Dios y su invitación ya se hizo en sus vidas, ahora Pablo ora por ellos para que vivan de acuerdo con lo que ya son. ¿Alguna vez has orado así por ti o por alguien más? Carson dice que “Por la gracia gratuita hemos sido justificados, se nos ha dado el Espíritu, hemos probado la vida eterna y ahora Pablo quiere que nos convirtamos en lo que no somos y en miras a eso ora.” El versículo 12 recibe una buena parte de la petición del 11. La idea es que Dios Padre perfeccione toda disposición de los Tesaloinicenses hacia el bien, para que así el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado. Lo que presupone esta oración es que el corazón de los creyentes ha sido tan transformado por medio de su conversión, ellos tienen nuevos deseos, nuevas identidades y nuevos planes.
 
En la página 45 del libro mientras Carson está describiendo una metáfora con la manera en que algunos de nosotros observamos y nos sentimos acerca de la gente que nos acompaña en las iglesias deja muy claro quién es el enemigo en vivir como Dios manda la vida cristiana: Somos nosotros. Nuestro propósito número uno es amar a Dios con todo lo que tenemos, pero nuestra segunda prioridad son las personas. En la iglesia de Dios las personas son “la agenda” Y esto lo vemos en la vida de oración de Pablo cuando nos damos cuenta la cantidad de campo que Él le dedico a orar por otros en sus cartas. Carson observa que las oraciones de Pablo eran variadas en su contenido, pero todas recogían: Oraciones donde Pablo aparece orando mientras escribe, oraciones de reporte donde Pablo le cuenta a sus lectores como Dios ha contestado, oraciones indirectas y exhortaciones en oración. Para varios ejemplos: Rom 1:8-10, Rom 10:1,Rom 12:12,Rom 15:5-6, Rom 15:13 y Rom 15:30-33
 
Una oración de Pablo que es muy rica en su contenido está en Colosenses 1:9-14 “Por eso desde el día que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual. Para que vivan de manera digna en el Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder...” Es hermoso entender que, aun no conociendo a los Colosenses, Pablo les asegura que está orando por ellos. Si lo queremos ver de alguna manera, Pablo está orando por sus nietos espirituales. Esto es un reto increíble, porque nos sirve de espejo para razonar si en nuestra lista de oración están personas que no conocemos y de las cuales nunca podremos recibir algún don. Pensemos bien si nuestras peticiones están llenas de nosotros mismos, nuestras familias y comunidad. Carson utiliza aquí una frase formidable: “Nuestras oraciones pueden ser un índex de cuán pequeño y egocentrista es nuestro mundo.”
 
“Nuestras oraciones pueden ser un índex de
cuán pequeño y egocentrista es nuestro mundo.”
 
Este libro del cual hemos hablado fue comprado inmediatamente después de escuchar a su autor hablar de la oración. Definitivamente Carson tiene una pasión por la oración, pero esa pasión no nació de él sino de su vida de intimidad con la Palabra de Dios y con nuestro Salvador en oración. Nadie va a orar sino lo tiene como prioridad y no será la prioridad de nadie sino hacen la prueba. Yo los invito a acercarse al trono de la gracia con plena confianza y disfrutar de las delicias de su presencia. Oro para que este artículo los haga reflexionar tanto como a mí y le pido a Dios lo que pidió Pablo en su majestuosa oración de Filipenses 1:9-10 “Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo Jesús.”
 
 
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